Políticas monetarias y fiscales: El timón de una economía saludable

Políticas monetarias y fiscales
Economía y Finanzas 18 Abril 2023

Sabemos que la economía y su sistema capitalista son los motores de la sociedad actual. Sin ella mucho de lo que conocemos no podría sostenerse, por lo que se generan regulaciones y políticas para su apto funcionamiento. En este sentido es que el día de hoy hablaremos acerca de la influencia de la política monetaria y fiscal en el mundo

La política monetaria se refiere al manejo de la oferta de dinero en una economía por parte de los bancos centrales, mientras que la política fiscal hace referencia al uso de los ingresos y gastos del gobierno para influir en la economía. Ambas políticas son fundamentales para garantizar el correcto funcionamiento de una economía estable.

¿Cómo afectan las políticas monetarias y fiscales a la economía?

Para profundizar más, vamos a definir la influencia de cada una de las políticas:

La política monetaria puede estimular el gasto y aumentar la toma de préstamos al reducir las tasas de interés, lo que a su vez impulsa el crecimiento económico. Sin embargo, si se aumentan significativamente las tasas de interés, podría significar una desaceleración de la economía; ya que las personas y las empresas son menos propensas a gastar y solicitar préstamos debido a las barreras de solvencia y liquidez.

Por otro lado, la política fiscal tendría como efectos cambios en los ingresos y gastos del gobierno. Una reducción en los impuestos puede estimular el gasto de los consumidores y las empresas, mientras que un aumento en los impuestos puede reducir el gasto y desacelerar la economía.

Las políticas monetarias y fiscales tienen un impacto significativo en la economía, si se aplican adecuadamente, pueden impulsar el crecimiento económico. Sin embargo, si se usan inadecuadamente, pueden tener consecuencias graves, como la inflación, la devaluación de la moneda o la recesión económica. No obstante, si los gobiernos hacen un buen uso de estas herramientas en conjunto, pueden generar un efecto positivo mayor a los anteriormente mencionados, es aquí donde surge la pregunta:

¿Cómo pueden los gobiernos utilizar estas políticas para estimular el crecimiento económico?

Los gobiernos pueden emplear estas políticas para impulsar el crecimiento económico de muchas formas. Por ejemplo, el buen uso de la política fiscal puede resultar en:

Estimulación del gasto: el gobierno puede aumentar su inversión en áreas, como la infraestructura, la educación o la salud, para estimular la economía y la creación de empleos. El aumento del gasto gubernamental también puede aumentar la demanda agregada y el consumo.

Reducción de impuestos: como lo mencionamos anteriormente, la reducción de impuestos resultaría en un aumento de ingresos disponibles para los consumidores y las empresas. Cabe mencionar que esto también puede fomentar la inversión y la creación de empleo en el sector privado.

Transferencias de efectivo: el gobierno puede proporcionar transferencias de efectivo de manera directa a consumidores y empresas para impulsar el gasto y el consumo. Esto puede ayudar a fomentar el crecimiento económico e incluso reducir la pobreza.

De la misma manera aunada a la reducción de tasas de interés, tenemos como ejemplos de efectos positivos la política monetaria:

Inyección de liquidez en la economía: los bancos centrales pueden inyectar liquidez, lo que implica la compra de activos o la emisión de crédito. Esta medida puede ser especialmente útil en momentos de crisis económica, cuando hay escasez de liquidez o las empresas y los consumidores tienen dificultades para obtener financiamiento.

Regulación de la oferta monetaria: al tener regulada la oferta monetaria se ajustan la cantidad de dinero que circula en la economía, pueden mantener la inflación bajo control y estabilizar la economía.

Por otro lado, los gobiernos también pueden utilizar políticas contractivas: las cuales pueden controlar la inflación y reducir la demanda excesiva en la economía. Por ejemplo, el banco central puede aumentar las tasas de interés para desalentar el gasto excesivo, lo que puede ayudar a controlar la inflación.

Sin duda alguna las políticas monetarias y fiscales son fundamentales para el desarrollo y subsistencia de una economía; podemos concluir que sin ellas habría incertidumbre en el panorama económico, ya que no habría una regulación sobre el flujo de dinero e insumos, por lo que tener un uso de ellas es esencial para mantener una estructura económica sana.

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