El mundo empresarial ha acumulado décadas de experiencia y conocimiento, dando forma a estructuras, jerarquías y prácticas laborales que han dejado una profunda huella en el papel de los líderes. El liderazgo corporativo, como cualquier otro aspecto, evoluciona a lo largo del tiempo, enfrentándose a diversos escenarios y oportunidades que difieren de sus inicios. En este sentido, haremos un breve repaso de las cualidades y características de los líderes en tiempos pasados en comparación con los actuales, observando cómo ha cambiado la forma de dirigir equipos.
Comencemos en el origen, los líderes de antes:
El liderazgo empresarial como campo de estudio formal surgió en la segunda mitad del siglo XX, evolucionando desde la fundación de Harvard Business School en 1908 hasta el énfasis en habilidades de liderazgo, teorías de liderazgo y formación de líderes. A partir de esto es que se consideraban los siguientes parámetros:
- Jerarquía y autoridad: en el pasado, los líderes solían basar su liderazgo en la autoridad formal y la jerarquía organizativa. La toma de decisiones se centralizaba en la cúpula directiva, y los colaboradores tenían un rol más pasivo, limitándose solo a ejecutar órdenes dadas por los eslabones más altos del organigrama.
- Enfoque en la estabilidad: los líderes de antes priorizaban la estabilidad y la eficiencia en sus operaciones bajo modelos “funcionales” ya establecidos. La innovación y la adaptación no eran siempre consideradas esenciales para el éxito.
- Comunicación unidireccional: la comunicación en las empresas era principalmente unidireccional, fluyendo desde arriba hacia abajo. Los líderes eran vistos como los únicos portadores de información relevante.
- Especialización y rigidez: los líderes solían tener un enfoque especializado y se esperaba que mantuviera una posición durante largos períodos de tiempo. La adaptación y la flexibilidad no eran prioridades clave.
Es claro que la manera en las que los líderes del ayer solían llevar a sus equipos era más rígida, siempre apegándose a lo que “dijera el manual”, y sobreponiendo los intereses de la empresa encima del cambio. Esta última palabra es clave para entender al liderazgo moderno, el cual se caracteriza por una serie de atributos y enfoques que se han vuelto esenciales en un entorno corporativo cada vez más dinámico y competitivo:
- Liderazgo colaborativo: los líderes modernos adoptan un enfoque más colaborativo e integral, fomentando la participación de los colaboradores y valorando sus aportes. La toma de decisiones se descentraliza, formando unidades y cadenas de mando que puedan encargarse de áreas específicas.
- Enfoque en la innovación: en tiempos como hoy, la innovación se ha convertido en un pilar fundamental para la supervivencia empresarial. Los líderes de ahora entienden que la investigación, adaptación constante y reinvención son claves para poder avanzar de una manera trascendental en un ambiente sumamente competitivo.
- Comunicación bidireccional: la comunicación efectiva es una que es bidireccional, debe existir retroalimentación. Los líderes de hoy en día suelen escuchar a sus empleados y promueven una cultura colaborativa. Veamos a las organizaciones como un organismo, cada órgano debe estar conectado con el cerebro para poder funcionar.
- Flexibilidad y aprendizaje continuo: los líderes actuales deben ser flexibles y estar dispuestos a aprender y adaptarse rápidamente a los cambios.
Toma esto en cuenta…
Ante las marcadas diferencias entre los líderes de antaño y los actuales, es esencial reconocer que, a pesar de los cambios, ciertas habilidades siguen siendo fundamentales para el liderazgo empresarial. Siempre se debe tener presente que algunas de las destrezas clave que los líderes contemporáneos deben poseer incluyen:
-Habilidad para la toma de decisiones ágiles: cualquier líder debe estar listo para tomar decisiones de manera espontánea en cuanta una situación u oportunidad se presente.
-Habilidades de comunicación efectiva: la capacidad de comunicarse de manera clara y persuasiva, así como de escuchar activamente, es esencial para poder liderar un equipo.
-Pensamiento estratégico: los líderes deben ser capaces de desarrollar y ejecutar estrategias que permitan a la empresa adaptarse y prosperar.
-Empatía y habilidades de gestión de personas: fomentar un entorno de trabajo inclusivo y apoyar el crecimiento profesional de los empleados es crucial.
-Disposición al aprendizaje: los líderes deben estar dispuestos a aprender de todo panorama y a adaptarse a nuevas situaciones y tecnologías.
El liderazgo ha sido y sigue siendo un componente fundamental para el éxito de cualquier proyecto o equipo. Va más allá de simplemente ejercer autoridad y dar órdenes; implica comprender el funcionamiento de cada parte del equipo. En el contexto de las organizaciones, aunque en el pasado el poder solía centralizarse en la cúspide de las empresas y en modelos más convencionales, afortunadamente, la innovación y la conciencia sobre la importancia de los colaboradores han llegado para quedarse, y han demostrado ser efectivos.