Las franquicias son una buena oportunidad para generar ingresos, pero convertir el negocio en franquicia requiere estandarizar procesos y compartir el modelo de negocio con los franquiciatarios, pero ¿cómo cuidar la marca y evitar que la repliquen?
Héctor Alcázar, director general de Alcázar & Compañía, destacó durante la Feria Internacional de las Franquicias 2025, que los empresarios que deciden convertir el negocio en franquicia deben tener cuidado de la información que comparten y cuál es la que preservan, como las recetas secretas, con la finalidad de evitar el fracaso o el robo de propiedad intelectual.
Puntualizó en que el modelo de negocio siempre debe ser óptimo y transparente, tanto por parte del franquiciante como del franquiciatario.
Además, las franquicias son una buena inversión porque son un modelo de negocio probado y en México actualmente existen alrededor de 1,300 marcas, de las cuales 85% son de origen nacional y generan 600,000 empleos directos.
¿Hasta qué punto es bueno compartir la información con los franquiciatarios?
Tener una franquicia implica compartir el modelo de negocio, así como el uso de marca; sin embargo, existen casos en los que el franquiciatario termina el contrato y al poco tiempo abre un negocio similar, puntualizó Héctor Alcázar durante el panel “Tendencias globales y la importancia de la franquicia ética en un mercado en transformación”.
Esta práctica se conoce como competencia desleal, la cual se apropia del modelo de negocio, así como de las recetas o el manual de operaciones que la franquicia tiene.
Por ende, el franquiciante debe comprender que existe información que tiene que compartir, como el uso de marca, pero cuidando la propiedad intelectual.
En tanto, para evitar dichas situaciones, al término del contrato se recomienda implementar cláusulas restrictivas, aconsejó José Fernández, secretario general de la Federación Iberoamericana de Franquicias.
"Hay gente que dice: ‘le cambió el nombre del negocio, usó la misma receta y listo’. Pero no es así de fácil y no es correcto”.
Es decir, si el franquiciatario termina su contrato con una franquicia de helados y se le aplican las cláusulas, no podrá abrir un negocio igual bajo su nombre por tres o cinco años, para evitar la competencia desleal.
Claridad y transparencia en los contratos
Uno de los problemas más comunes en las franquicias es la falta de transparencia en la relación de las partes interesadas, ya que se pueden presentar escenarios poco realistas o el robo de propiedad intelectual, explicó José Fernández.
En este sentido, José Fernández comentó que en México existe un documento jurídico que no es tan conocido, pero es relevante considerarlo: la Circular de Oferta de Franquicia, el cual contiene la información necesaria ante la adquisición de una franquicia y evita que haya malentendidos.
"Hay que hacer que la comercialización y otorgamiento de la franquicia sea transparente, pensando en el franquiciatario, en el que la información sea honesta, sencilla y **fácil de comprender”, argumentó José Fernández.
3 puntos para llevar una buena relación con una franquicia
Para que una franquicia sea atractiva, no solamente influye el producto o servicio, sino la transparencia de la información, ya que, si los inversionistas tienen claridad en las cifras, elegirán la que transmita confianza y seguridad.
A causa de esto, José Fernández recomienda seguir los siguientes pilares en torno a la ética de las franquicias:
- Lealtad: Debe haber compromiso por ambas partes, en el que ambos deben responder de la misma forma y no dejar que uno haga más que el otro. Por ejemplo, el inversionista debe apegarse a las cláusulas y no caer en la competencia desleal, pero el franquiciado también tiene que estar en la mejor disposición.
- Respeto: Para evitar malas relaciones, es importante evitar la discriminación por razones de género, edad, religión, nivel socioeconómico, entre otros.
- Transparencia: Evitar promocionar la franquicia con números inflados, así como no poner escenarios demasiado optimistas, con la única intención de vender.
Asimismo, cuando una franquicia se apega a la ética, genera confianza y una buena reputación con la marca, se convierte en una opción atractiva para los inversionistas y se reducen los conflictos legales y operacionales.
Crédito: El Economista