Por Carolina Vega
Franquiciar un negocio no es solo para gigantes del retail o cadenas internacionales. En México, cada vez más emprendedores están apostando por esta ruta para crecer sin endeudarse, sin perder el control y con aliados comprometidos al 100%.
En FranquiciasHoy te damos diez motivos por los que vale la pena considerar seriamente este modelo:
1. No necesitas poner todo el dinero tú: Cuando franquicias, es el franquiciatario quien invierte. Tú como dueño de la marca das la guía y el acompañamiento, pero no tienes que poner ni un peso para abrir cada nueva sucursal. Es como crecer con recursos de otros… pero sin deberles nada.
2. Tus aliados tienen piel en el juego: No es lo mismo contratar a alguien para que administre tu negocio que tener a un franquiciatario al frente. Al final, él o ella invirtieron su dinero, así que harán todo lo posible por que el negocio funcione. Esa motivación se nota en los resultados.
3. Puedes crecer más rápido: El modelo de franquicias permite escalar en meses lo que normalmente tomaría años. Si tu negocio ya está probado y funciona, ¿por qué no replicarlo en otras ciudades de México o incluso países?
4. Tus ingresos se vuelven constantes: Las regalías mensuales y/o las compras recurrentes de producto generan una entrada fija para ti como franquiciante. Tres o cuatro franquicias bien operadas pueden dejarte lo mismo (o más) que una sucursal propia.
5. Te ahorras deudas y no cedes el control: Nada de vender parte de tu empresa ni endeudarte para abrir más locales. Al revés, tú cuidas que se mantenga el estándar de la marca.
6. Tu marca se hace más fuerte: Con cada nueva unidad, la marca se vuelve más visible. Y como cada franquiciatario aporta al presupuesto de marketing, tienes más recursos para hacer campañas grandes y posicionarte mejor en el mercado.
7. Tomas ventaja antes de que te copien: Si tu negocio es innovador, no faltará quien intente replicarlo. Sin embargo, franquiciar te permite ganar terreno y hacerte fuerte antes de que la competencia se ponga al día.
8. Mejor operación en el día a día: Está comprobado: una franquicia, con un dueño comprometido al frente, suele vender más que un local manejado por un gerente. Hay más orden, más atención al cliente y más enfoque en los detalles.
9. Tu negocio vale más: Con una red de franquicias funcionando, tu idea puede multiplicar su valor en poco tiempo. Si algún día decides vender, vas a tener mucho más que ofrecer.
10. En México hay reglas claras: Nuestro país reconoce el modelo de franquicia. Esto da seguridad y marca los límites desde el principio.
