En el dinámico panorama empresarial actual, las franquicias emergentes se presentan como una opción atractiva para los emprendedores que buscan nuevas oportunidades con un enfoque innovador. “Lo malo”, es que a menudo, estas no reciben la visibilidad que merecen, lo que representa una oportunidad desaprovechada para aquellos dispuestos a explorar negocios más accesibles y con gran potencial de crecimiento.
La realidad es que lejos de ser una inversión arriesgada, las franquicias emergentes combinan modelos de negocio flexibles con la capacidad de expansión rápida, permitiendo a los inversionistas diversificar su portafolio sin incurrir en altos costos, ideal para expandir tu capital tanto en México como a nivel internacional.
A continuación, analizaremos sus ventajas y por qué pueden ser una opción estratégica para aquellos que buscan una franquicia con alto impacto y futuro prometedor.
¿Qué son las franquicias jóvenes?
Son negocios que están en las primeras etapas de su expansión, operando con solo 2 a 5 establecimientos, ya sea como filiales directas o con un formato inicial de franquicia. A diferencia de las consolidadas, estas aún están trabajando para fortalecer su posición en el mercado.
Lo atractivo de estas franquicias es su capacidad de innovar y adaptarse a nuevas tendencias, lo que resulta atractivo para emprendedores interesados en formar parte de una marca en crecimiento con un gran potencial de éxito
¿Cómo funcionan las franquicias jóvenes?
Es similar al de una franquicia tradicional, pero con algunas particularidades que las hacen más atractivas para ciertos perfiles de emprendedores. Al unirse a una franquicia joven, el franquiciado obtiene el derecho de utilizar la marca y el modelo de negocio del franquiciador; a cambio, paga una serie de tarifas, que incluyen el costo inicial de la franquicia y regalías continuas.
Sin embargo, lo que diferencia a las franquicias jóvenes es que, al estar en una fase temprana, ofrecen a los franquiciados una mayor libertad para influir en la dirección del negocio. El franquiciado no solo implementa un concepto ya probado, sino que también tiene la oportunidad de co-construir la estrategia de crecimiento y mejorar aspectos clave del negocio, como los servicios y productos ofrecidos.
Ventajas de las franquicias jóvenes para los inversionistas
1.- Participación en el desarrollo del concepto: los primeros franquiciados tienen la oportunidad única de participar en el desarrollo del concepto de la franquicia. Esto significa que pueden aportar ideas y sugerencias que ayuden a mejorar el modelo de negocio, creando una verdadera aventura empresarial en la que el éxito depende tanto del franquiciador como de los franquiciados.
2.- Mayor flexibilidad: a diferencia de las redes más consolidadas, que ya tienen procesos estrictos y definidos, las franquicias jóvenes permiten a los franquiciados adaptar ciertos aspectos del negocio a sus necesidades locales o incluso proponer mejoras que beneficien a toda la red.
3.- Elección de la zona geográfica: al estar en pleno crecimiento, las franquicias jóvenes ofrecen a los futuros franquiciados una mayor libertad para elegir la zona geográfica donde desean establecer su negocio. Esto es una ventaja significativa, ya que permite a los emprendedores asegurarse de que están ubicados en un área con alto potencial de crecimiento, sin la limitación de tener que competir con otros franquiciados cercanos.
4.- Condiciones contractuales negociables: los franquiciadores están más abiertos a adaptar las condiciones a las necesidades y capacidades del franquiciado, lo que facilita la entrada al negocio y permite una relación más equilibrada entre ambas partes.
5.- Apoyo y asistencia: aunque las franquicias jóvenes están en desarrollo, esto no significa que carezcan de apoyo; por el contrario, suelen centrarse en brindar apoyo y asistencia personalizada a sus franquiciados, ya que el éxito de cada franquicia es crucial para el crecimiento de la red en su conjunto. Este apoyo incluye desde la capacitación inicial hasta el seguimiento constante para asegurarse de que los franquiciados tengan todas las herramientas necesarias para triunfar.
6.- Participación en la estrategia de la red: además de participar en el desarrollo del concepto, los franquiciados en redes jóvenes también tienen la posibilidad de influir en la estrategia de crecimiento de la franquicia. Esto les permite estar más involucrados en decisiones clave y sentirse verdaderos socios del franquiciador, creando una relación de colaboración que puede llevar al éxito mutuo.
7.- Mayor adaptabilidad: tienen una estructura más sencilla y adaptable en comparación con las consolidadas, lo que les permite ajustarse mejor a los cambios del mercado, a las demandas de los clientes y a las características locales.
8.- Inversión inicial más baja: suelen requerir una inversión inicial más baja en comparación con las franquicias consolidadas, debido a menores costos en aspectos como instalación, equipamiento, publicidad y tasas de entrada. Al ser negocios en crecimiento, tienen menos riesgo de saturación en el mercado y mantienen el interés de los consumidores.
Las franquicias jóvenes representan una oportunidad única para aquellos emprendedores que buscan más que un simple modelo de negocio establecido. Unirse a una de estas redes significa ser parte activa en su desarrollo, co-construyendo una aventura empresarial en la que tanto el franquiciado como el franquiciador tienen la oportunidad de crecer juntos.